Origen del Bitcoin

Bitcoin se ha convertido en una de las criptomonedas más populares y ampliamente aceptadas, pero nadie sabe dónde comenzó ni por qué se creó.

En este artículo, examinaremos la historia de bitcoin y analizaremos su demografía actual, incluida la forma de comprar, vender e intercambiar bitcoins en el mercado actual. Esta información es útil para alguien que es nuevo en las criptomonedas y quiere aprender más sobre la tecnología blockchain detrás de ella.

Este artículo también proporciona una descripción general para aquellos con un mayor interés en comprender de qué se trata bitcoin, pero sin experiencia real con la compra o el comercio de criptomonedas.

Con eso en mente, ¡comencemos!

 El Origen del Bitcoin

El 1  de noviembre  de 2008, un programador anónimo o un grupo de programadores bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto publicó un documento técnico titulado «Bitcoin: un sistema de efectivo electrónico de igual a igual» en la lista de correo de criptografía. Dentro de este documento, que ahora se conoce como el documento técnico de bitcoin, Nakamoto describió no solo la definición básica de bitcoin, sino también sus objetivos. La idea detrás de este nuevo sistema de efectivo electrónico era proporcionar un sistema de pago estable que fuera eficiente y descentralizado.

La red Bitcoin fue diseñada para ser muy eficiente energéticamente y nunca requerir una autoridad para gobernar la red. Como tal, esta innovación permitiría la creación de una economía completamente nueva basada en la moneda digital.

Pasaron muchos años antes de que despegara la idea de bitcoin, y su popularidad solo aumentó realmente en los últimos años. Pero, ¿por qué funciona? ¿Qué hace que Bitcoin sea tan especial en comparación con otros tipos de criptomonedas?

Bueno, hay una serie de propiedades que hacen que los bitcoins sean únicos en comparación con otras criptomonedas en el mercado actual. Éstas incluyen:

Anonimato: la validación de transacciones en la cadena de bloques hace que sea casi imposible que las personas u organizaciones mientan sobre sus identidades. Como tal, no se requiere información personal para gastar bitcoins.

Seguridad: una billetera bitcoin contiene una clave pública y privada. La clave pública se puede entregar a cualquier persona sin repercusiones o se la puede distribuir libremente a quien la solicite. La clave privada debe permanecer secreta en todo momento, y solo la persona en posesión de esta clave puede acceder a sus fondos desde la billetera. Este nivel de seguridad hace que las transacciones sean extremadamente difíciles de robar mediante piratería o incluso métodos de fuerza bruta, como probar diferentes combinaciones de letras y números hasta que tenga éxito en recuperar la clave privada.

Privacidad: dado que los bitcoins no están vinculados a ninguna forma de identidad, se pueden gastar en productos o servicios sin revelar ningún detalle específico sobre el propietario. Además, cualquier comerciante que acepte bitcoins puede optar por mantener en privado la identidad de sus clientes simplemente sin pedir información sobre ellos. Esto se debe al hecho de que existe un fuerte enfoque en la privacidad en la comunidad bitcoin.

Irreversibilidad: una vez que se ha completado una transacción, no se puede revertir, incluso si solo está finalizando una pequeña cantidad de dinero. Esto se debe a la forma en que opera la red distribuida detrás de bitcoin. Es importante recordar que los pagos con bitcoins son definitivos e irreversibles, por lo que una vez que se ha completado una transacción, no hay forma de retirarla o pedir un reembolso.

Estas propiedades hacen de Bitcoin una opción única y atractiva para los consumidores que buscan realizar compras sin riesgo de fraude. Pero a pesar de todas estas características únicas, bitcoin todavía tiene una serie de limitaciones que deben tenerse en cuenta.

Éstas incluyen:

Tiempos de transacción lentos: por lo general, la red detrás de bitcoin puede manejar siete transacciones por segundo en su punto máximo. Esta es una caída significativa de las 1,000 transacciones por segundo procesadas por las redes Visa o MasterCard en promedio. Dicho esto, se han realizado importantes mejoras en los últimos años y es posible que esta cifra continúe aumentando a medida que pasa el tiempo.